a.- Concepción tradicional
Al docente se lo considera como un técnico-experto que legitima el servicio social, como un trasmisor de conocimientos y valores sociales dentro de una racionalidad técnica
b.- Concepción alternativa
En esta concepción el docente asume cierta flexibilidad y divergencia, se vislumbran las dudas y la falta de estabilidad
En ella el profesor es el profesional considerado como práctico reflexivo, es decir la persona que reflexiona sobre su práctica, que utiliza el conocimiento de una manera intuitiva, flexible, de acuerdo a los diferentes problemas que se le presentan en la práctica. El docente ya no es el mero trasmisor de conocimientos sino un facilitador del aprendizaje; el conocimiento profesional deja de considerarse como un fin en si mismo, y se concibe como instrumento para mejorar el pensamiento y la toma de decisiones. Es un usuario del conocimiento a la vez que un productor del mismo
Hoy día la función docente es cada vez más compleja, en este sentido a decir de Imbernón en 1994, la función docente
“ha de superar, con la creación constante del conocimiento pedagógico, esa práctica encorsetada y asumir su verdadero protagonismo en los procesos de profesionalización. La función docente debe reunir las características de los procesos técnicos, científicos, sociales y culturales, y su correspondiente contextualización, en una determinada praxis”
Actualmente en un mundo cambiante, dinámico e impredecible, se presentan nuevos desafíos para el docente, éste es percibido como un “director de orquesta” ya que actúa como dinamizador, guía y orientador con responsabilidad moral dentro de la enseñanza donde se desarrolla profesionalmente junto y en colaboración con otros profesionales con quienes comparte creencias y expectativas.
A decir de C. Marcelo hay varias dimensiones implicadas en el desarrollo profesional:
-Desarrollo pedagógico que supone la mejora de la enseñanza, conocimiento y comprensión de sí mismo, desarrollo cognitivo, desarrollo teórico (basado en la reflexión sobre la práctica docente), desarrollo profesional a través de la investigación y desarrollo de la carrera mediante la adopción de nuevos roles docentes en la medida en que la sociedad va cambiando.
Los docentes preparados, formados para desarrollar su actividad en el cambiante mundo actual y comprometidos con su profesión pueden diseñar innovaciones educativas y adaptaciones curriculares que sean adecuadas a la nueva problemática de la sociedad del siglo XXI, generar escuelas más participativas con clases que sean lugares de experimentación y colaboración donde los alumnos aprendan y se conviertan en ciudadanos críticos preparados para el cambio.
El desarrollo profesional es como ”un cruce de caminos, como un engrudo que permite unir prácticas educativas, pedagógicas, escolares y de enseñanza”
A lo largo de la carrera docente se experimentan cambios significativos en el comportamiento, derivados de los acontecimientos de su vida privada, de la evolución de las instituciones en las que se trabaja, de los eventos relacionados con el desarrollo de la profesión, con la práctica y la experiencia docente
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